Es optimista y está convencido de que la batalla contra el cáncer de mama se ganará poco a poco gracias al mejor conocimiento de la biología molecular y a los nuevos tratamientos.
¿Quién es el doctor Javier Cortés?
El doctor Javier Cortés, director científico del Instituto Oncológico de Madrid y jefe del programa de Cáncer de Mama y Melanoma de IOB Madrid y Barcelona, es asimismo jefe de sección de tumores ginecológicos y de cáncer de mama del Hospital Universitario Ramón y Cajal. Exprime el tiempo a conciencia en la lucha contra la enfermedad: en su día a día compagina la labor clínica con la investigadora.
De hecho, ha participado en el desarrollo de los 4 medicamentos aprobados para cáncer de mama metastásico en Europa en los últimos 5 años. Su grupo ha liderado los ensayos que llevaron a la aprobación de 3 de cada 4 de estos agentes: pertuzumab, eribulina y everolimus. Lidera uno de los ensayos más importantes con inhibidores de la ciclina D 4/6, un nuevo grupo fármacos con actividad cuando se combinan con la terapia endocrina. Además, está muy involucrado principalmente en el subtipo triple negativo, un enfoque terapéutico curativo potencial para un número significativo de pacientes con cáncer de mama triple negativa metastásico en el futuro.
¿Cuáles son en su opinión los avances más importantes que se han producido en el cáncer de mama?
Son muchos y en muchos campos; desde la mejoras en las técnicas diagnósticas (más fiables y más sensibles), pasando por las mejoras quirúrgicas (cada vez se operan los tumores con cirugías más conservadoras; ya no es necesaria las mastectomía en la mayoría de las pacientes, y la linfadenectomía se reserva para casos seleccionados), hasta las mejoras en radioterapia y mejores tratamientos sistémicos. Dentro de estos últimos y gracias al mejor conocimiento de la biología molecular, tenemos cada vez más y mejores tratamientos dirigidos a un grupo de pacientes concretos, por lo que son más precisos al determinar qué pacientes se van a beneficiar, optimizando los recursos y disminuyendo la toxicidad no necesaria.
¿Cree que este tipo de cáncer llegará a curarse algún día, teniendo en cuenta que actualmente estamos hablamos de que el objetivo posible es la cronificación de la enfermedad?
Cada vez estamos curando a un número mayor de mujeres, llegando en algunos subtipos a casi el 90 %. Sin embargo, hemos de diferenciar los tumores localizados (con curaciones de alrededor del 75-80 %), de los tumores con afectación metastásico (o a distancia); en este caso, el objetivo de la curación lo veo lejos, pero no así el de la cronificación para muchas mujeres.
¿Y que significa realmente este objetivo?
Que el cáncer será como tantas otras enfermedades que a día de hoy no tienen cura: la artrosis, la hipertensión, la diabetes, etc.
¿Qué sería necesario para mejorar los programas de cribado del cáncer de mama? ¿Cómo debería abordarse el sobrediagnóstico del cáncer de mama?
Creo que el programa de cribado en nuestro país es magnífico. Sin embargo, no hemos de bajar los brazos y sobre todo estar atentos a comentarios que cada vez con más fuerza se posicionan en contra de las mamografías.
Es verdad que el sobrediagnóstico es un problema, pero las técnicas cada vez son más sensibles y precisas. Por otra parte, creo que sería ideal que las mamografías pudieran ser informadas por médicos o enfermeras entrenadas y no enviando una notificación al domicilio como se hace muchísimas veces. Hay alguno aspectos que ayudan a deshumanizar la medicina y entre todos debemos poner herramientas para superarlos.
¿Existe equidad en España a la hora de acceder a un diagnóstico de cáncer o su tratamiento?
Es uno de los retos más importantes a los que nos enfrentamos, la tremenda inequidad en el acceso a los tratamientos. Es cierto que la medicina en general, y la oncología en particular, tienen un nivel excelente en nuestro país. Pero no es menos cierto que esta excelencia es tremendamente variable. Hay muchos tratamientos aprobados por la comunidad europea, con unas indicaciones muy claras, con un precio aceptado por el ministerio y con un posicionamiento claro por parte de los médicos y que han de someterse a la valoración de comités hospitalarios específicos. ¿Por qué ese mismo tratamiento es administrado, entonces, en unos hospitales y no en otros? Las sociedades médicas deberían clamar contra esta práctica del todo injusta.
¿Cuál es el verdadero significado de equipo multidisciplinar? ¿Es lo mismo en pacientes que en médicos? Los pacientes no siempre son atendidos por equipos multidisciplinares (oncólogo, nutricionista, psicooncólogo, cirujano, etc.), salvo en raras excepciones. ¿Por qué se insiste tanto sobre la eficiencia de este seguimiento que, en cambio, no parece que sea siempre factible?
Es evidente que podemos hacer las cosas mejor; pero también lo es, como ya he señalado previamente, que la medicina en España es excelente. Generalmente, la mayoría de las decisiones en oncología, pero sin duda todas las decisiones terapéuticas complejas, se toman en el contexto de los comités multidisciplinares. Sin embargo, como muy bien dice, los comités multidisciplinares pueden ser distintos a los ojos del médico y del paciente. Integrar la psicooncología, la nutrición o la acupuntura, entre otras muchas disciplinas, es un reto futuro que debemos abordar.
Como oncólogo, ¿cuáles son los retos verdaderos que se plantea en su carrera?
Hay tantos que podría escribir varias páginas. Pero señalaría como más importantes: la educación, es decir, transmitir a la sociedad el mensaje de que el cáncer de mama es muchísimas veces una enfermedad curable; la necesidad de tener más recursos para poder llevar a cabo más investigación, sobre todo clínica; la gran inequidad que ya hemos comentado anteriormente; la necesidad de mejoras terapéuticas para que nadie más fallezca como consecuencia de la enfermedad y, por ultimo, la sostenibilidad del sistema: necesitamos poder pagar los tratamientos y las cada vez mayores alternativas diagnósticas.
¿Cómo es la comunicación de un diagnóstico de cáncer y cómo debería ser?
Desgraciadamente, es una asignatura pendiente en las universidades; aprendemos tecnicismos, pero no humanidad. Hemos de saber ponernos en el lugar de los pacientes; hablarles con franqueza, pero con cariño. Con palabras que se puedan entender. Y desde mi punto de vista, con toda la verdad y realismo pero, también, con optimismo y esperanza.
Se habla mucho de medicina personalizada, ¿qué esta sucediendo entonces con los tratamientos más tradicionales: radioterapia, quimioterapia….?
La medicina siempre es personalizada. Pero hemos de combinar lo nuevo y lo antiguo. Es verdad que cada vez hay más pacientes que se curan sin la necesidad de dar quimioterapia. Pero no es menos cierto que la quimioterapia ha ayudado a curar a miles de mujeres y lo seguirá haciéndolo al menos durante los próximos años.
¿Cómo se aborda el miedo de las pacientes a las posibles recidivas?
Con tiempo, con optimismo, con la verdad y con los datos científicos. Cuando decimos que muchas pacientes se curan es porque muchas pacientes se curan. Hay tumores en los que las probabilidades de curación son del 99 %. Sin embargo, hay profesionales que remarcan ese 1 %. Creo que hemos de insistir en lo lleno que está el vaso, sin que eso signifique que no dejemos de hablar de la parte vacía.
¿Qué mensaje mandaría a las mujeres con cáncer?
Confianza en sus médicos que con total seguridad están a su lado. Y confianza en el sistema sanitario español, tanto público como privado; pero también pedir segundas opiniones antes de empezar cualquier tratamiento. Cuatro ojos ven siempre más que dos, sobre todo cuando la inequidad es tan llamativa entre los hospitales.